Nos despertaríamos a las 6:01h de la madrugada, seguramente fuera yo quien pusiera un minuto de más al despertador. Apagarías el despertados refunfuñando, un nuevo día comienza. Mi típico "uumm..." se escucharía y me abrazaría a ti, y tu, como cada mañana, me darías un beso a la frente. El primer beso del día. Nos quedaríamos unos instantes en la cama abrazados y nos levantaríamos. Yo iría a ducharme y tu, mientras tanto, prepararías el desayuno: Dos tostadas para cada uno, un café y un chocolate con leche, y si estás de buen humor, unos croissant. Saldría del baño con tu camisa azul de botones y un culote negro. Me acercaría a ti y habría un segundo beso, pero esta vez en los labios, y mientras tu me coges de la cintura y me acercas a ti, yo te revoloteo el pelo. Esa mañana quiero algo diferente, así que cogería mi plato y mi taza de Bob Esponja y con un gesto en la cabeza te indicaría qué quiero hacer. Harías lo mismo que yo y me seguirías. Dejaría mi desayuno en el suelo, me sentaría delante del balcón y esperaría a que tu hicieras lo mismo. Por sorpresa te sentarías detrás mía. Yo me apoyaría en tu pecho y tu me abrazarías con fuerza, "¿y si nos quedamos así todo el día?" te susurro, tu tan solo me sonríes y tu mirada habla por ti: Ojalá. Le daría un muerdo a mi tostada que está aún caliente y tiene dibujado un corazón hecho con la crema de chocolate que guardas en el armario de la derecha. Umm...buenísima. Al terminar de desayunar recogeríamos los platos y los dejaríamos en la mesa de la cocina, ya los limpiaremos más adelante. Iríamos a nuestra habitación, más tuya que mía, y nos cambiaríamos de ropa. Te pondrías esos vaqueros que no sé si son grises o blancos y una sudadera negra, esa que me hubiera puesto la noche anterior por culpa del frío. "Huele a ti" me susurrarías mientras me abrazas por detrás. Ya arreglados saldríamos de casa. Las 7:15h. Cogeríamos el ascensor y nos miraríamos en el espejo, aún tendría el en cuello tu marca. Cuando llegáramos al portal sería hora de separarse pero el frío hará que me una más a ti, te rodearía con mis brazos y te daría besos en el cuello. "¿Seguro que no quieres que te lleve?", negaría con la cabeza y te daría un último beso en los labios. 
"Hasta dentro de 6 horas, nena".